domingo, 4 de octubre de 2009

El jardín secreto de Felipe II en Aranjuez


En el origen del concepto de jardín secreto renacentista se encuentra todavía el hortus conclusus medieval que implica todas las características de secreto.

A consecuencia de la necesidad de intimidad, el interior del jardín renacentista se organiza de diferente manera según lo que se quiera manifestar.


Felipe II con Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera, Gaspar de Vega y Jerónimo Algora, son los verdaderos creadores del jardín de la Isla, jardín renacentista que guarda ecos de tradición flamenca e hispano-árabe.


Pero Felipe II estaba buscando una síntesis en el jardín de su palacio y sus colaboradores trazaron un jardín en recuadros rectangulares adaptados a la forma natural del lugar.

A la concepción del jardín renacentista como imagen del poder del rey o del príncipe se contrapone la búsqueda de un lugar apartado, "secreto", en el que poder dedicarse a la vida privada y a los afectos familiares.

Desde el año 1563 se comenzaron a construir algunas fuentes con “pilas de ladrillo, cañas de plomo, paredillas y suelos de azulejo”. Dándose al año siguiente “nueva y más graciosa forma; con calles y cuarteles para flores”

La nota hispano-árabe eran las plantaciones florales que se colocaron a voleo para conseguir agua de olor destilada al pie del jardín de la Isla.


En una de las cartas que Felipe II escribió a sus hijas Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela se refiere al “junquillo* amarillo que los llevaron de Aranjuez...”
El rey amaba las rosas con las que se formaron setos en la Isla y especialmente la mosqueta (rosa con la parte central amarilla). Mandó que le enviaran limoneros, naranjos, jazmines y murtas* de Sevilla, Málaga y Valencia, que se guardaban en un invernadero llamado “naranjería” durante los fríos
En la actualidad sólo queda del jardín de Felipe II, el pequeño jardín que conocemos los habitantes de Aranjuez como “jardín del rey”, está situado en la esquina suroriental del palacio donde los setos de boj dibujan un jardín de crucero con una fuente de jaspe en el centro.
Felipe II fue el creador de esa esencia que envuelve al visitante del jardín y a la vez se percibe la mesura y discreción que lo unifican.

Quizás este concepto de jardín cerrado marcado por concepciones geométricas representa un jardín secreto, un “hortus conclusus” que se inspiró en el pasaje del Cantar de los Cantares y que dice así:

“ERES JARDÍN CERCADO, HERMANA MÍA, ESPOSA;
ERES JARDÍN CERCADO, FUENTE SELLADA...”




Durante el Renacimiento el jardín secreto fue una zona protegida donde el señor podía tener una vida privada.
Semejante práctica se consolidará y evolucionará en los jardines barrocos en los que la imagen de jardín privado asumirá una gran importancia en los fastuosos parques de Versalles. Aquí ya no hay ningún tipo de recinto y se consigue la intimidad a través del alejamiento de la pompa de la corte. Con este fin Luis XIV mandó erigir el Trianón.


El concepto de jardín secreto continúa en el tiempo aunque se pierde la representación tipológico-arquitectónica a la que iba ligado.


6 comentarios:

  1. Yo lo he visto....¡¡¡¡ Y por eso, ahora, esta entrada recobrada, me es tan familiar y compresible.

    Un besazo, Pilar

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  2. Pilar: quedé prendado con tu visión de la pintura en el otro blog y hoy vuelvo a emocionarme con tus nuevas entradas en este otro. He tenido dificultades para seguirte tu vuelo y espero que ahora no pierda pie. Si buenas han sido las dos entradas precedentes (Brunelleschi y Antenello da Messina) buenísima me parece la de hoy, tal vez porque me hiere más directamente al tratarse del Jardín de la Isla y su creador, Felipe II.
    ¡Felicidades!

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  3. Y además lo de secreto le viene bien pues no es fácil reparar en él ante la magnificencia del Jardín del Parterre.

    Te felicito por tu blog, espectacular.

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  4. Me gusta el concepto de "jardín secreto" relacionado con la "privacidad". Debe ser muy bello este jardín secreto de FelipeII
    En el jardín el silencio, la vegetación, la frondosidad de las flores, la suave música de sus fuentes, todo invita a la espiritualidad. También la cultura árabe tenía muy arraigado este tema del jardín.
    Me gusta mucho tu post y recuerdo vuestra reunión de Aranjuez con él. Besos.

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  5. Precioso post, Pilar. Me habría encantado conocer el jardín de Felipe II lleno de flores.

    Un beso

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  6. Qué maravilla... Me declaro una fan absoluta de tu blog. ¡No lo dejes por favor..!
    Un saludo

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